Húrin, nieto de Hador, capturado fuiste
Traicionar a tu pueblo no quisiste,
y en una roca encadenado te dejaron.
De la Nirnaeth tus hazañas se cantaron,
y a cambio a tus hijos morir viste:
Lalaith ni siquiera era una niña,
cuando los daños de la plaga la acabaron.
Niniel vagó perdida en la campiña
Sin memoria, sin familia y sin cobijo
Triste, despeñó de un precipicio
Pues vio a su hermano muerto, padre de su hijo.
Y de Túrin ¿que decir que no se sepa?
Por cobrar la vida de un amigo,
la muerte de un dragón nunca es respiro.
Por el hubo un tiempo paz sobre la estepa.
Gran yelmo portó, terror del enemigo.
Mil orcos abrió por el ombligo.
Mas ni un gran hombre a su hado encepa.
Su final encontró después de hazaña
Como todas por destino malograda:
Despierta, y a su hermana y madre extraña
Rendido, embistió contra su espada.
Todo esto, hombre de Hador, desde Angband viste
Ni las lágrimas nublaban tu mirada
Morgoth las secó y como vil chiste:
Húrin fue libre, ya acabado
De vagar por las tierras de su vida
Arribó al cruel punto y ahí sentado
Vio morir a su mujer entristecida
Grabo en piedra esta final herida
caminó y lanzóse al mar, por fin, ¿Cansado?
¡Agotado!, hombre, héroe, padre y marido.
Mas la muerte no se burla de tu historia
El lugar de tu familia permanece
En Tol Morwen una lapida fiel yace
Guardando para siempre esta memoria.
Gracias, Gracias...
Raúl
Traicionar a tu pueblo no quisiste,
y en una roca encadenado te dejaron.
De la Nirnaeth tus hazañas se cantaron,
y a cambio a tus hijos morir viste:
Lalaith ni siquiera era una niña,
cuando los daños de la plaga la acabaron.
Niniel vagó perdida en la campiña
Sin memoria, sin familia y sin cobijo
Triste, despeñó de un precipicio
Pues vio a su hermano muerto, padre de su hijo.
Y de Túrin ¿que decir que no se sepa?
Por cobrar la vida de un amigo,
la muerte de un dragón nunca es respiro.
Por el hubo un tiempo paz sobre la estepa.
Gran yelmo portó, terror del enemigo.
Mil orcos abrió por el ombligo.
Mas ni un gran hombre a su hado encepa.
Su final encontró después de hazaña
Como todas por destino malograda:
Despierta, y a su hermana y madre extraña
Rendido, embistió contra su espada.
Todo esto, hombre de Hador, desde Angband viste
Ni las lágrimas nublaban tu mirada
Morgoth las secó y como vil chiste:
Húrin fue libre, ya acabado
De vagar por las tierras de su vida
Arribó al cruel punto y ahí sentado
Vio morir a su mujer entristecida
Grabo en piedra esta final herida
caminó y lanzóse al mar, por fin, ¿Cansado?
¡Agotado!, hombre, héroe, padre y marido.
Mas la muerte no se burla de tu historia
El lugar de tu familia permanece
En Tol Morwen una lapida fiel yace
Guardando para siempre esta memoria.
Gracias, Gracias...
Raúl
No hay comentarios.:
Publicar un comentario